Starlink es un proyecto de la compañía estadounidense SpaceX que tiene como objetivo proporcionar una conexión a Internet de alta velocidad en todo el mundo gracias a una multitud de satélites diseñados para este propósito.
Para reducir la latencia, estos pequeños satélites, que pesan menos de 260 kg, se colocan en órbita baja a unos cientos de kilómetros de altitud. A largo plazo, esta constelación contará con más de 42,000 satélites.
Este proyecto es un verdadero desastre para los astrónomos, quienes temen que sus mediciones se vean seriamente afectadas por la proliferación de estos intrusos. Esta contaminación no solo afectará a las fotografías del cielo profundo, sino que también podría dañar las observaciones de los radiotelescopios que estudian el cielo en otras regiones del espectro electromagnético. La exasperación crece a medida que los astrónomos profesionales y aficionados notan los primeros efectos de estos pasos constantes en el campo visual de los instrumentos.
Pero la empresa de Elon Musk no es la única que quiere explotar las órbitas bajas. OneWeb y Amazon ya están desarrollando proyectos competidores que, en unos años, llenarán el cielo de cientos de miles de puntos luminosos imposibles de eliminar.
Esto provocará una transformación radical del cielo tal como lo conocemos, haciendo imposible cualquier investigación en astrofísica desde la Tierra. Este patrimonio natural, accesible para todos y ya seriamente dañado por la iluminación periurbana anárquica, desaparecerá definitivamente.
Desafortunadamente, parece difícil luchar contra estas multinacionales que deciden impunemente privar a la humanidad de este bien común. Cada mes, obtienen autorización para lanzar nuevos satélites de organismos como la Unión Internacional de Telecomunicaciones o la Comisión Federal de Comunicaciones, aprovechando el vacío legal actual y las reglas obsoletas generadas por esta carrera espacial. Además, estas megaconstelaciones de satélites aumentan considerablemente los riesgos de colisiones y podrían saturar el espacio cercano con escombros de todo tipo.
Los astrónomos se ven reducidos a protestar y solo pueden intentar alertar a la opinión pública y a los gobiernos sobre los peligros de estos proyectos incontrolables.
Para ver el alcance del daño, la última versión de WinStars muestra en tiempo real la posición de los satélites de la constelación Starlink.
Simplemente vaya al campo “Objetos” en el menú “sistema solar/satélites” y seleccione, uno por uno, todos los satélites cuyo nombre comienza por Starlink.