La NASA acaba de revelar un mapa inédito del cielo, que representa lo que podríamos observar si nuestros ojos fueran sensibles a los rayos X. Este mapa se obtuvo gracias al instrumento NICER (Neutron Star Interior Composition Explorer), que realiza mediciones a bordo de la Estación Espacial Internacional desde junio de 2017.
La misión principal de NICER es estudiar el interior de las estrellas de neutrones, astros extremadamente compactos y densos que se forman después de la explosión de una estrella. Uno de los objetivos específicos es medir su diámetro con una precisión del 5%, según la NASA.
Para llevar a cabo estas mediciones, NICER barre el cielo moviéndose de un objetivo a otro. Estos movimientos forman los arcos visibles en la imagen final.
Si algunas curvas aparecen más brillantes que otras, es simplemente porque el instrumento ha seguido el mismo camino en varias ocasiones entre ciertos objetivos. Estas curvas se cruzan en puntos brillantes que son fuentes poderosas de rayos X.
Entre estas fuentes, encontramos el Bucle del Cisne (Cygnus Loop), un remanente de supernova, o la fuente MAXI J1820+070, que se sospecha que en realidad es un agujero negro.
Al activar el módulo NICER en WinStars, se puede reemplazar el fondo del cielo habitual con la imagen que la NASA acaba de publicar en el sitio web de la misión (también es necesario desactivar el módulo Brunier para que la imagen aparezca correctamente).
Las anotaciones originales de la NASA se han conservado intencionalmente en la imagen final.