Después de la rotura de dos cables en agosto y noviembre del año pasado, el radiotelescopio de Arecibo estaba en peligro y amenazaba con colapsar. La rotura de un tercer cable finalmente provocó la caída de la plataforma central de 900 toneladas sobre la parabólica de 305 metros.
Gestionado por la National Science Foundation, una agencia gubernamental estadounidense, este radiotelescopio fue construido en Arecibo, en la costa norte de la isla de Puerto Rico en las Antillas. Diseñado inicialmente para estudiar la ionosfera, también resultó ser un excelente instrumento astronómico responsable de numerosos descubrimientos científicos. El 7 de abril de 1964, poco después de su inauguración, el equipo de Gordon Pettengill lo utilizó para medir el período de rotación del planeta Mercurio. En agosto de 1989, el observatorio permitió capturar por primera vez la imagen de un asteroide – (4769) Castalia. Al año siguiente, el astrónomo polaco Aleksander Wolszczan descubrió el púlsar PSR B1257+12, seguido en 1992 por la detección de dos planetas en órbita alrededor de él.
Arecibo también fue la fuente de datos del proyecto SETI@home propuesto por el Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de Berkeley. Este proyecto de cálculo distribuido, utilizando computadoras conectadas a Internet, tenía dos objetivos. El primero consistía en demostrar la eficacia de este método, mucho menos costoso que el uso de supercomputadoras. El segundo buscaba analizar las señales provenientes de la antena de Arecibo para detectar, sin éxito, la existencia de inteligencia extraterrestre.
Era posible extraer los metadatos de los bloques de cálculo de SETI@home en las versiones 1 y 2 de WinStars y conocer las coordenadas celestes y la frecuencia utilizadas para realizar el registro desde el radiotelescopio. La versión 3 ya no ofrece esta funcionalidad desde la finalización del proyecto en marzo de 2020.
Arecibo también sirvió como lugar de rodaje. Recordamos, por ejemplo, la escena de la película “Contact” de Robert Zemeckis (1997) en la que Jodie Foster descubre por primera vez el radiotelescopio con el que está a punto de trabajar.